La palabra “Influencer” particularmente referida al mundo de la moda ha cambiado mucho. De echo podríamos decir que es difícil decir cuanto de influyente tienen en realidad estas personas.

Mientras que algunos Influencers son buenos prescriptores para algunas marcas, tienen el potencial de cambiar la manera en la que el público les ve y hacerlos conectar, muchos de ellos suelen parecer impostados y puede ser realmente difícil saber diferenciar donde empieza y termina su trabajo (todo el tiempo están haciéndose fotos y patrocinando cosas).

Muchos de estos Influencers como la italiana Chiara Ferragni que acumula más de 10 millones de seguidores en insta Graham forman parte de la lista Forbes de menores de 30 y son objeto de estudio en universidades como Harvard. Venimos de unas generaciones que creían que el éxito era consecuencia de años y años de esfuerzo y un talento excepcional y la idea de que un Influencer pueda hacerse mundialmente conocido (y millonario) por publicar sólo fotografías de el mismo con ropa de marca puede resultar frustrante.

¿Son realmente los influencers una verdadera amenaza (por el intrusismo que representan) hacia otras profesiones donde verdaderos profesionales han dedicado en muchos casos años de esfuerzo y dedicación a formarse para ser los mejores?.

Hablamos de asesores de imagen, personal Shoppers, estilistas de moda… que ven como su profesión se ve en cierta manera devaluada por los llamados influencers ya que parece que cualquiera que se hace un blog o un insta Graham sobre moda y sube sus fotos con sus looks pasa a ser inmediatamente un experto al que marcas y particulares contratan en detrimento de verdaderos profesionales del sector.

Pongamos en valor la asesoría de imagen, pongamos en valor a todas esas personas que se formaron como técnicos o bien se dedican a la docencia o ejercen de asesores (freelance o para empresas) y sobre todo pongamos en valor los estudios que se requieren para llegar a ser alguien en esta profesión.

Dejando de lado estas consideraciones lo cierto es que hoy en día los y las influencers están cambiando la industria de la moda (Dolce & Gabanna hizo un desfile plagado de ellos) y la manera de las marcas de relacionarse con el público y viceversa,.

Miembros de lo que podríamos considerar la “vieja industria de la moda” como algunos editores de Vogue US criticaron duramente a algunos influencers por ser “carteles publicitarios” y parecer “desesperados”, augurando la “muerte del estilo.
La credibilidad de muchos de estos influencers ha estado muchas veces en entredicho pero lo cierto es que hoy en día suponen una jugosa fuente de ingresos tanto para las marcas como para los medios y los anunciantes.

Las Celebritys y la manera en la que consumimos moda está cambiando y diversificándose y eso en principio es algo bueno. Mientras que las revistas tienen la capacidad de transportar a sus lectores a un mundo de fantasía hoy las estrellas de las redes sociales- hombres y mujeres como tu y como yo- son los embajadores reales de las marcas.

¿Timo o futuro? El tiempo y los millones de seguidores dirán.